Después de tanto tiempo anunciándolo, muchos preparativos, ir a hablar con Rosario para que nos diera un buen menú a un mejor precio, elegir, encargar, ir a recoger y preparar los trofeos, ajuste de precios, quedar con la gente, recoger el dinero, etc., y no sin alguna polémica suscitada en este intervalo de tiempo, llegó el momento del almuerzo del Club Atletismo Viso y el X Trofeo a la Constancia.
Esta comida viene precedida, como ya es tradicional, de la prueba atlética de la localidad vecina de Mairena del Alcor, el Memorial Miguel Ángel Gómez Campuzano, en el que un año más nos hemos reunido bastantes miembros del club y aún más vecinos de El Viso del Alcor, para pasar un muy buen rato y obtener unos mejores resultados, como queda reflejado en que nos hayamos traído nada más y nada menos que 4 trofeos, SÍ, 4.
Enhorabuena a Montero porque un año más ha repetido en el cajón, enhorabuena a Jessi que como siga así me parece que vamos a tener que comprarle una estantería nueva porque las que tiene las va a llenar pronto (buena parte de culpa la tienen su hermano y el Lince, ese del toque elegante con los calcetines de lunares, que la están preparando muy bien), enhorabuena a Manolo, que éste sí que me imagino que se habrá comprado ya la estantería nueva, pues va de pueblo en pueblo recogiendo trofeos al corredor más veterano, y ya no es que sea el más mayor, sino que hace unos tiempos que muchos quisieran hacerlos con 40 años menos, y enhorabuena a Alejandro, esa perlita que se ha incorporado en esta temporada a nuestro querido club y que está dejando constancia de que de seguir así, puede seguir cosechando muy buenas marcas.
4, SÍ, 4, pero podrían haber sido algunos más, pues uno de los dos mejores atletas que tenemos por tiempos en nuestro club (jejeje, el que lo coja que lo suelte), como es Crespo, si hubiera hecho lo que él sabe, y hubiese corrido en sus tiempos, no es que hubiese hecho cajón, sino que habría quedado primero, y además arrasando. Y que decir de Pineda, que quedó 4º de su categoría, y si no hubiera sido porque un miembro de los Lentos se subió al primer peldaño, habríamos tenido un podium en categoría junior copado por atletas nuestros. Y como no, mi hermana, que sin ni siquiera saberlo llegó a la meta como 4ª veterana A, y que de haber sabido que la tercera estaba a su alcance la podría haber pasado, pues los tres últimos kilómetros fue paseando.
Y como no, enhorabuena a todos los demás, entre los cuales me incluyo, pues por lo comentado al finalizar, no había nadie descontento con su marca.
Tras la entrega de trofeos y la duchita respectiva, y un poco antes la carrera de los pitufos en la que participaba mi sobrina e hija de mi hermana, Celia, que ya la vamos a tener que meter como miembro en el club, pues a estas alturas de temporada lleva las mismas carreras representándonos que un servidor, llegó el momento del almuerzo.
Comienza la comida con algunas complicaciones, primero porque otros años la hemos puesto a las 14.30, y en cambio éste a las 14.00, con lo que poco antes de la hora fijada recibo una llamada en mi terminal del vicepresidente, diciéndome que haga lo posible por retrasarla, pues todavía estaban en la entrega de trofeos del Memorial, así que hago lo que está en mi mano, y tras hablar con Ricardo (esperemos que te recuperes y vuelvas a quemar el asfalto) que ya estaba en el salón, acompañado de más gente que iba llegando, y con algunos problemas que tuvo que solucionar a última hora (jejeje, tú me entiendes), acordamos ir entrando, yo por cierto muy bien acompañado por mi novia Erika, pero estando algo más de tiempo en la recepción para que pudiesen llegar todos y todas (lógicamente con el consentimiento de la dueña del salón y el cátering).
Acabados todos los prolegómenos, cada uno/a se dirige a su mesa (¡ay las mesas!, que problemas para confeccionarlas, pues algunas están claras, pero otras... qué complicado, espero que a todas/os les gustara el sitio en que les ubique) y... ¡a comer!.
Los entrantes, los habituales, jamón, queso y carne mechada, y según mi paladar, bastante buenos. Luego viene el marisco, gambas y langostinos, de una buena calidad, y en cantidad a reventar, al menos en mi mesa, en la cual sobraron, y creanme, eso no es lo habitual en las mesa donde voy ubicado. Pasamos al primer plato, que suscitó algo de polémica, pues algunos/as decían que no querían verduras, pero el revuelto estaba exquisito, y además, si algunos/as llegaron a este plato ya sin hambre de lo que se habían metido ya en el cuerpo. Después del primer plato, viene el segundo, unos sencillos filetitos de lomo, pero muy bien hechos y con una salsa a la pimienta que estaba para chuparse los dedos. Y después, postre, tartita y mousse, muy buenos ambos, pero que a muchos/as les sobró porque estaban hasta la corcha. Y para rematar, el cava, que unos/as lo probaron y otros/as no, aunque para mí que Jessi lo probó por todos lados...
En este instante llega el momento estelar del día, la entrega de los premios del X Trofeo a la Constancia, con la cúpula directiva subida al completo al estrado, haciendo entrega uno a uno (el año que viene emplearemos aquí también la a) de las copas, nada más y nada menos que 22 (cuando hace sólo unos años con 10 sobraba, y el próximo año con 30 van a faltar), primero con el discurso del anterior presidente para presentar al actual, que fue entregándolos uno a uno, hasta que el maestro de ceremonias (algo loco y encima un poco, o muy, bebido) tomó la voz y comenzó a dar el espectáculo, culminando la entrega de los trofeos, los cuales esperamos que os hayan gustado.
Y entonces llegó el momento que muchos/as ansiaban, la "copita", aunque más bien fue BARRA LIBRE, donde parecían que iban por cuenta, pues se arrimaban a ella y no se separaban ni para ir al servicio (o orinaron en la barra o se lo hicieron encima, jejeje), y me supongo que algunos habrán batido los registros de años anteriores...
Unas horas después, nos cortaron el suministro, así que el personal fue desfilando camino de sus casas, exceptuando a algunos de los que los rumores dicen que se dieron una vueltecita por los bares de copas y llegaron a altas horas, pero como no hay evidencias, nada se puede demostrar.
Ah, hablando de las evidencias, en breve tendremos todas las fotos (al menos las realizadas desde mi cámara) colgadas en la galería.
Nada más (que creo que no es poco), sólo agradeceros a todos/as el buen rato echado y el interés que mostráis porque el Club Atletismo Viso vaya cada día a más, y sobre todo agradeceros vuestra asistencia, pues creo que muy pocos clubes deportivos podrán decir que más del 80% de los/as socios/as acudan a una comida costándoles el dinero, y encima acompañados, haciendo un total de 86 personas.
Una cosa más, hacer referencia a la anécdota del día, con nuestro Miguelito y sus muletas. Si lo tuyo es correr, qué haces jugando al tenis...
Y quien tenga algo que decir, que se deje de mensajitos, haga como debe hacer y añada su comentario
3 comentarios:
Bien redactao, se nota que el tio es profesor, jeje.
Haber si puedes subir todas las fotos a picassa, para poder descargarla.
Ns Vms.
Enhorabuena Dani, excelente
dani la cronica como la comida,MAGNIFICA.
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